domingo, 9 de marzo de 2008

Mi diario


Terminada la guerra de la Independencia, se podujo una convocatoria de las Cortes en Cádiz, cuyo objetivo era analizar la situación del país mientras Francia había estado al poder. Se pusieron varias ideas diferentes, divididas en las absolutistas y liberales. Los absolutistas querían la vuelta a la monarquía absoluta y defendían sus privilegios, y los liberales, querían iniciar un proceso de reforma y proponían una Constitución.


La Constitución de 1812 puso que el poder no podía ser absoluto, y debía responder a la voluntad general de la nación. Se proponía como sistema de gobierno una monarquía constitucional.


Fernando VII vuelve a España en 1814. Supone una serie de luchas entre liberales y absolutistas. Éste quita la Constitución de 1812 y pone una monarquía absoluta.

Se produce el levantamiento del general Rafael del Riego, que duró tres años. Este periodo es conocido como trienio liberal, y fue el primero en constar de una monarquía constitucional, pero apareció el ejército de la Santa Alianza en ayuda de Fernando VII y se inición la década ominosa.

Muere Fernando VII y deja su trono a su hija de tres años Isabel, pero su madre actúa como regente, ya que éste aprobó una Pragmática Sanción que anulaba la Ley Sálica. Los lierales lo aceptaron, pero los absolutistas no, y se produjo una guerra civil entre isabelinos y carlistas. Los carlistas eran los que estaban en favor de que gobernase el hermano de Fernando VII.


María Cristina promulgó el Estatuto Real, que provocó la división de los liberales entre moderados y progresistas. Ésta apoyaba a los moderados. La reina llamó a llevar el poder al progresista Juan Álvarez Mendizábal, que supuso una desamortización de la Iglesia.


Más tarde la reina abdicó a Espartero, estalló la sublevación en Barcelona, y la dura represión ordenada por Espartero, fueron utilizadas por los moderados para provocar su dimisión.

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